El proyecto "Poesía 420 para labios" se concibe como una exploración disruptiva en la expresión literaria, en la cual el recitador asume un rol central en la manifestación del poema visual. En esta modalidad, los poemas visuales se interpretan en silencio, a través de los movimientos labiales del recitador. Este enfoque se adapta tanto a lectores inexpertos, quienes pueden optar por recitar el poema visual para labios frente a un espejo para buscar una interacción con su propio reflejo; como a lectores experimentados, para quienes la mera dinámica de los movimientos labiales basta para evocar la impresión visual del poema.

La singularidad de la cumbia 420, una fusión de cumbia y reggaetón con influencias de la marihuana, se entrelaza con esta propuesta literaria. La cumbia 420 se distingue por su cadencia rítmica única y su asociación con el estado "fumado", que según L-Gante, fomenta una visión más relajada y a largo plazo de la vida. Al fusionar esta expresión musical con la poesía para labios de Ernst Jandl conduce a los lectores a una percepción más apacible y de perspectiva prolongada de la existencia, lo que contribuye a la vivencia singular de la cumbia 420 y, por extensión, a la reinterpretación de los poemas.